El pensamiento es frecuencia

El pensamiento es una onda que emitimos que tiene una frecuencia, que crea resonancia en el exterior, con la que atraemos hacia nosotros lo similar a esa frecuencia que emitimos. Por eso se dice que tal como pensamos, así creamos nuestra realidad.

Como los pensamientos tienen su frecuencia, ésta determina qué sentimientos tenemos, ya que los pensamientos más la emoción, crea un sentimiento, que es del corazón. Con él también emitimos una onda expansiva a nuestro alrededor que acaba regresando a nosotros atrayendo situaciones, personas, lo que logramos en nuestra vida, etc.

De ahí que sea fundamental observar nuestros pensamientos y cambiarlos. Primero detectarlos, porque así vamos recopilando información que luego nos da mucha información sobre qué está condicionando nuestra vida.

Sidharta Gautama, el Buda, se dio cuenta que nuestra mente está condicionada por lo que él llamó las cuatro nobles verdades. La cuarta mostraba ocho caminos para conectar con la consciencia, el óctuple sendero. También se dio cuenta de que la mente, a través de nuestros pensamientos, crea nuestra realidad.

Todo es información y frecuencia. Cambiando nuestra frecuencia, tenemos la oportunidad de tener pensamientos de una frecuencia más elevada, por lo que trabajar en cuidar nuestro estado frecuencial es tan importante, a la vez que observarnos, gestionar nuestras emociones, interiorizar lo que percibimos, afinar nuestra percepción, cambiando patrones mentales y creencias, ahondando en nuestra sombra o nuestra oscuridad, porque ahí está la clave de recuperar nuestro poder, que no es ejercerlo sobre otros, sino tomar las riendas de nuestra vida.

Todo lo dicho es sólo un discernimiento propio de la realidad que percibo, pero como todos, estoy en el camino descubriéndome. Comparto esto como parte del puzle que estoy armando, que a la vez es parte de un puzle mayor que formamos todos.