A la energía femenina

Aunque encarné como hombre, la mujer que también hay en mí da las gracias por todo lo aprendido y experimentado, suelta todo el dolor y la falta de creer en mí.

Me uno a todas las mujeres del mundo y comparto con todas ellas una nueva mirada y desde este momento dejo atrás la baja autoestima y me empodero. No soy más ni menos que nadie. Mi energía masculina se inclina ante su poder, lo reconoce y respeta, porque también se respeta a sí misma.

Se unen las dos energías para dar a luz una nueva vida. Que así sea.